Cambiar lama de persiana
Cambiar la lama de una persiana no es nada del otro mundo, además, puede suponerte todo un ahorro, ya que no deberás comprar persianas nuevas por completo. Sólo debes saber cómo hacerlo en casa.
Signos de una lama rota
Antes de cambiar una lama de persiana, primero debes saber si necesitas hacerlo. Un signo de ello puede ser que las persianas enrollables se queden atascadas a una altura concreta, no pudiendo bajar más. Normalmente, esto se debe a la ruptura de una lama.
También puede ser que haya problemas con la correa de la persiana o con la polea del eje de enrollamiento. En este caso, no te preocupes, porque en nuestro blog ya hemos contado cómo arreglar la cuerda de una persiana fácil y rápido.
Cambiar lama de persiana rota
En función de su material, los pliegues de las persianas pueden tender a romperse más, especialmente si son de plástico (lo que responde por qué las lamas de PVC son peores que las de aluminio). No obstante, no hace falta ser un manitas para darles arreglo. Para cambiar la lama de tu persiana defectuosa, sólo tienes que seguir estos pasos:
Desmonta la persiana
Para comprar los repuestos y accesorios para persianas, debes revisar qué problemas te da la tuya. Tras esto:
- Retira la tapa del cajón de tu persiana.
- Quita las cuerdas antiguas o flejes de sujeción, éstos van desde la última lama de la persiana hasta el eje de metal.
- Limpia la suciedad de cada lama para asegurarte de su buen funcionamiento a posteriori. Si ves alguna deteriorada, tendrás que sustituirla.
- Desmonta la rastra de la persiana. Un consejo: pon los tornillos en un lugar seguro para que no se pierdan.
- Suelta la correa antigua del punto de anclaje. ¿Está anclada? Entonces tira de ella con unas pinzas.
- Verifica el nivel la posición del eje, el cual ha de ser recto. En caso de que se mostrara desnivelado, la persiana no se enrollaría correctamente.
- Saca el eje del cajón de la persiana. Límpialo con un trapo suave y retira la banda puesta en el anclaje. A veces, simplemente encontrarás un nudo en la cinta. Pero, si quieres poner una nueva, córtala.
De esta forma, habrás desmontado tu persiana.
Sustituye una lama rota
Comprueba dónde está la lama defectuosa para cambiarla por una nueva. Tira de ella por un lado y extraerás la lama rota. ¡Hazlo con mucho cuidado!
Una vez esté totalmente fuera, introduce una lama del mismo tamaño y color. Procura que encaje en el lugar de su predecesora.
Espera... ¿La lama rota es la última? Es decir, ¿es la que sujeta los anclajes al eje? No pasa nada, sólo tienes que quitar el mecanismo de soporte (unas piezas adecuadas para los flejes o las cintas). Marca la posición de estos nuevos anclajes en la lama nueva, así quedarán centrados. Utiliza la lama anterior como referencia.
Vuelve a montar la persiana
Ahora toca poner todo en su sitio:
- Vuelve a poner la persiana en el interior de la ventana, tras haberla limpiado y arreglado. Extiéndela y introdúcela por el hueco de la ventana desde el cajón en la posición adecuada para el enrollado.
- Coloca en la última lama el mecanismo de sujeción al eje. ¿Era de cintas? Pues pon unas nuevas, en el mismo sitio en ambos lados.
- Reinstaura el nuevo el eje en su lugar y mira que funcione bien.
- Atornilla las correas en el punto del eje que marcaste. Emplea dos tornillos, preferiblemente para chapa, para asegurar la sujeción.
- Si el anclaje es de flejes, recolócalos en el sitio correcto del eje y de la lama superior de la persiana.
- Si es necesario, recambia el pasador de cinta de la parte de arriba.
- Introduce la cinta por el pasacintas superior.
Verifica que la persiana suba y baje varias veces. Si no fuera así, repite el proceso para ver dónde está el fallo.
Material apropiado
Si no quieres cambiar una lama de tu persiana con asiduidad, ten en cuenta los materiales de tu producto. Los más frecuentes son el aluminio y el PVC. Cada uno proporciona sus ventajas, pero, si no tienes problemas de presupuesto, nosotros siempre recomendamos las persianas enrollables de aluminio térmico.